La pasión por la jardinería no tiene por qué quedarse en el olvido. Para aquellos que buscan la belleza de la naturaleza en casa sin la constante dedicación, existe una solución ideal: la escalonia. Esta especie botánica, originaria de Sudamérica, se está convirtiendo en la favorita de muchos por su facilidad de cultivo, resistencia y el encanto que aporta a cualquier espacio.

Es que tener plantas en el hogar va más allá de lo estético; ofrece beneficios significativos para la salud física y mental, permitiéndonos conectarnos con la naturaleza incluso en medio de un estilo de vida acelerado. La ventaja de los arbustos, como la escalonia, es que brindan esa conexión sin requerir una atención constante, un alivio para quienes anhelan el verde sin el esfuerzo desmedido.

Si bien las suculentas, sansevierias o potus son opciones populares para jardineros con poco tiempo, la escalonia emerge como una alternativa cada vez más recomendada. Su hoja perenne garantiza un verde vibrante durante todo el año, ideal para crear setos tupidos y prolijos. Además, su rápido crecimiento y sus hermosas flores aromáticas atraen a polinizadores, enriqueciendo la biodiversidad de tu jardín.

Una de las grandes fortalezas de la escalonia es su floración. A comienzos del verano, despliega pequeñas flores en forma de campanita que pueden ser rosas, rojas o blancas . Estas flores son notables duraderas, convirtiendo a la escalania en un elemento decorativo perfecto para embellecer tu espacio por mucho tiempo.

Adaptabilidad

La escalanía es un verdadero ejemplo de adaptabilidad. Aunque prefiere recibir sol gran parte del día para un crecimiento óptimo y un follaje intenso, también soporta la sombra parcial. Su resistencia a las temperaturas es asombrosa: se siente cómodo entre los 15 y 35 °C, pero puede soportar mínimas de -5 °C y máximas de hasta 40 °C. Esto la convierte en una opción viable para casi cualquier rincón del país. Incluso si las heladas son muy fuertes y algunas hojas se marchitan, la planta se mantiene firme.

Con todo esto, la escalonia es tu aliada. Tolera muy bien la falta de agua , requiriendo riego solo cada dos o tres semanas. Sin embargo, no hay que descuidar el abono: los expertos recomiendan un fertilizante líquido antes del inicio de la primavera . En cuanto al trasplante, el mejor momento es cuando el clima es cálido y no hay riesgo de heladas.

La poda regular es uno de sus cuidados clave debido a su rápido crecimiento. Para mantener su forma y evitar que se descontrole, es recomendable podarla en invierno, durante su período de reposo. Simplemente hay que retirar las ramas secas, viejas o dañadas, y recortar las más altas para controlar su tamaño y asegurar que siga prolija y fuerte.